más antigua de whisky checo. Se produce desde 1973. Su delicado sabor a malta con un final amaderado y vainilla se debe a la cuidadosa selección de la cebada de Moravia y la combinación de malta con agua de manantial.
Es un whisky de malta único, mientras que su porcentaje de alcohol corresponde al paralelo que cruza la sede de RUDOLF JELÍNEK en Republica Checa. Luego madura en barricas de roble checo durante al menos 10 años. La experiencia perfecta de las destilerías le da a este whisky checo tradicional un sabor y aroma excepcionalmente equilibrados, como lo demuestran los repetidos premios de concursos de degustación en todo el mundo.